Una distopía paradójicamente luminosa, una ópera espacial bailable o una obra de avant-pop de autora. Todo esto es ‘La Plaga’, el álbum con el que Mireia Vilar se despegó de la versión orgánica de su primer disco y comenzó a vestirse con texturas electrónicas. Sintética y evocadora, Vilar retrata nuestro mundo de masas, recrea atmósferas lejanas y, al mismo tiempo, nos invita a liberar el cuerpo al ritmo de las pulsaciones de cada canción.